Llegado el mes de marzo, y con la esperanza de que el buen tiempo tarde poco en llegar, seguimos con el entrenamiento para el Ironman de Lanzarote. El volumen de entrenamiento sigue creciendo y, siendo sincero, las sensaciones físicas y las molestias siguen yendo a peor. Esta semana sí puedo decir que estoy totalmente reventado, y que mis piernas no van ni para atrás. ¿No querías Ironman? Pues toma tres trazas.
No diré que es algo que no esperara pero es gracioso, por decirlo de forma optimista, tener la sensación de que el cansancio no disminuye nunca, siempre aumenta, y mis piernas corriendo no dan para más. Lo que a principios de diciembre era sencillo, como hacerse tres series de 3000 metros a 4:10, ahora pasa casi por ser una utopía. Tengo muy en mente que esto es una preparación para triatlón de larga distancia, y solo espero ver el resultado el día de la prueba. Aún así hay días en los que no solo físicamente, sino también mentalmente los entrenamientos se hacen un mundo cuesta arriba.
Y hasta aquí los aspectos negativos. Por lo demás, a pesar de las pocas salidas en bicicleta, el rodillo se va notando y las últimas vueltas con la cabra me han subido un poco la moral. En cuanto a la natación poco que decir, siguen las sesiones de entorno a 4000 metros. Meterse en la piscina para menos ya casi me da pereza. Lo que no tengo tan claro es si hay una mejora implícita en tanta brazada. En estos 2 años nadando más regularmente en piscina no he notado una mejora de tiempos que pueda resaltar. Espero que al menos este año pueda trasladar mis tiempos de piscina a aguas abiertas y dejar de hacer "eses" y metros de más en las competiciones.


Total, que una vez aquí, no puedo hacer otra cosa que empezar a seguir mi filosofía que tanto predico pero que tanto se me olvida en el día a día: No Pain No Gain, No Risk No Glory. Porque nada que merezca la pena es fácil, y si realmente lo quieres te lo vas a tener que ganar con esfuerzo. Dicho esto me viene a la mente el discurso de Rocky Balboa a su hijo. Nada como escucharlo para motivarte y darte cuenta de dónde estabas, dónde estás, y cuánto te queda para conseguir lo que persigues. "Si sabes lo que vales, ve y consigue lo que mereces".
Y hasta aquí por hoy. Marzo se presenta como un mes sin competiciones. Sinceramente, necesitaba un mes solo para entrenar, y dejar de sentir que estoy roto por la carrera del domingo continuamente. Espero que más centrado en los entrenamientos y menos en competir pueda progresar más y tener un descanso mayor que me permita tener algo más de chispa, dentro de lo que cabe dado el volumen de entrenamiento. Esperemos que el buen tiempo llegue pronto, haciendo que las salidas en bicicleta pasen de ser un auténtico suplicio, mojado y pasando frío por las carreteras castellanas, al habitual disfrute más propio del verano. De momento en Valladolid lo del cambio climático lo combatimos bien y seguimos con el frío 8 meses al año. Como se suele decir: "las bicicletas son para el verano".
Nos vemos por las carreteras!
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