lunes, 7 de diciembre de 2015

Road to Lanzarote 2016 - Semana 3

Tras un par de semanas de toma de contacto, esta semana comenzamos en serio con los entrenamientos para la temporada 2016, que pasan por la preparación para llegar con garantías al Ironman de Lanzarote el mes de Mayo. Con la inscripción pagada ya no hay vuelta atrás, es ahora o nunca.

Los entrenamientos van subiendo de intensidad y de volumen. Sobre todo es curioso como las sesiones de natación pasan de ser pequeñas notas en un papel a largas listas de ejercicios que da miedo empezar a leer. Empezamos la semana con 3600 metros, 3800 metros, 3400... prefiero no sumar el total semanal. Creo que tengo bastante margen de mejora nadando, pero la evolución es lenta, y no es fácil mejorar en una disciplina en el que la técnica es lo más importante. De momento mucha natación, bastante intensidad en las sesiones de carrera y bastantes ejercicios de fuerza. Sigo mi lenta progresión después del mes de parón por la rotura abdominal. Sobre todo en la carrera, que es donde más se pierde, se van notando los entrenamientos y las series. La bicicleta algo más aparcada y aprovechando los pocos días sin niebla para salir como sea.

Una de las novedades para esta temporada es la bicicleta de contrarreloj con la que participaré en Lanzarote. Una vez hecho el estudio biomecánico y posesionada la bicicleta lo siguiente es conseguir adaptarme al cambio de posición. Las sensaciones son bastante distintas, y los músculos que se trabajan también. Voy intentando acoplarme la mayor cantidad de kilómetros seguidos que me dejan brazos y hombros, pero de momento no se puede decir que esté ni mucho menos adaptado a la cabra. Aún queda tiempo para conseguir una posición cómoda y aerodinámica para afrontar los 180 Km del Ironman. Aquí va una foto de mi pequeña cabra, una Argon 18 E117 Tri de 2016, montada en Seler Bikes:


Cuando decides participar en la larga distancia, y sobre todo en una prueba de la marca Ironman sabes que eso lleva un alto coste. Las inscripciones no son precisamente baratas, pero siendo el primero, y sin saber si habrá más en la lista, mi decisión estaba clara. Por supuesto había otras opciones en España como Mallorca y Barcelona, pero Lanzarote, a principios de temporada, tiene un plus de motivación. La dureza tampoco es comparable, desnivel y viento, pero esto ya está asumido y es parte del reto.

Además del precio, unos 560 euros contando las tasas, la inscripción es una larga lista de opciones,  y todas ellas de pago. Y es que si de algo saben estos de Ironman es de vender complementos y merchandising. Cenas, polos, fotos, vídeos... Si te descuidas te dejas algo más que el sueldo. No puedo decir todavía si realmente merece la pena pagar el Ironman frente a otras pruebas de la competencia más baratas, pero es algo que descubriré durante el proceso. A mayores, en el coste hay que incluir los desplazamientos a la isla, la estancia y el traslado de la bicicleta. En mi caso he decidido mandar la bici a través de una empresa que te la entrega en la isla el jueves antes de la prueba. Mis limitados conocimientos de mecánica y la poca confianza que me inspira facturar la bici en Ryanair desnivelaron la balanza.

Una vez solucionado el tema burocrático solo queda seguir entrenando y que respeten las lesiones. Nos vemos por las carreteras!




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