Cada vez queda menos para el Ironman de Lanzarote 2016, y tras confirmarse la asistencia de algunos de los mejores pros en la cita canaria como Frodeno o Raña, todo se encamina inexorablemente hacia los 226 Km del 21 de Mayo. Esta semana, para variar, ha venido cargadita de entrenamientos, y con el la mejora del tiempo una mayor carga de kilómetros en bicicleta.
De vuelta ya del todo de las pequeñas vacaciones por Fuerteventura, lo cierto es que el tiempo por tierras castellanas ha mejorado lo suficiente como para que salir en bicicleta vaya dejando de ser un suplicio por el frío, y aumente mi motivación a salir a hacer tiradas largas. Muy a tiempo, dado que ya comienzan los entrenamientos maratonianos de más de 5 horas. En la práctica, no todo acaba siendo tan bonito como parece, y la primera salida de 150 Kilómetros ha acabado marcada por una nueva globerada por mi parte.
Cuando decides comprarte una bicicleta con cambio electrónico, lo cierto es que todo te parecen ventajas, exceptuando el precio claro. Y de hecho no voy a mentir, es así. En mi caso, he pasado de un Shimano 105 en la bicicleta de carretera a un Ultegra Di2 en la cabra, y la verdad que lo he notado mucho. Se acabaron esos "intentos" de subir un piñón en los que el cambio acaba subiendo 2 coronas. La solución era fácil pero molesta: subir 2 y bajar 1. Parece una tontería, pero en competición puede significar la diferencia entre coger un grupo o perderle. En el caso de un grupo electrónico, y al menos hasta el momento, el cambio funciona siempre. Un click una corona. Rápido y sencillo. Mover la cadena pasa de ser un dolor necesario a una forma rápida de mantener la cadencia o aumentar la velocidad.
Pero como buen globero, siempre hay algún punto negativo que puede llegar a ocurrir. Y no es un problema del cambio propiamente dicho, sino un mal uso a todos efectos. La batería del cambio dura bastante, por no decir mucho. Pero no es eterna. Y en este punto a favor radica el punto débil. Porque al durar tantos kilómetros, en tu día a día no miras siempre el nivel de batería y tampoco la cargas habitualmente. En mi caso por el fantasma de las baterías viciadas intento cargarla cuando realmente el nivel es bajo. Y tanto va el cántaro a la fuente que...
Llevamos unos 40 kilómetros hacia Palencia y la idea inicial es que la tirada sea de 150. De momento la batería aguanta y el cambio funciona sin problemas. Hace rato que metí el plato grande y no ha habido necesidad de bajar al pequeño. Una vez pasado Dueñas, llega un repecho bastante interesante, "puertecillo" más bien. Bajo plato y pese a llevar las piernas cargadas de las series de ayer acabo subiéndolo a duras penas. Mis compañeros de salida me esperan arriba pero al llegar a su altura y intentar subir de nuevo al plato grande veo que ya no sube. La batería ha muerto. Supongo que por el propio el desviador trasero se sigue moviendo y puedo cambiar entre piñones. Pero quedan muchos kilómetros y estamos casi en Palencia como para volver.
Seguimos con la ruta preestablecida y me dedico a hacer el molinillo para poder seguir el ritmo. No bajo de 105 revoluciones por minuto en ningún momento y para los siguientes kilómetros es suficiente con eso. Sin embargo a falta de 40 kilómetros y con unos 100 Km a cuestas el desviador trasero también deja de moverse. De momento el terreno es llano y favor de aire sigo con la misma tónica. Con tanta cadencia llevo las piernas un poco entumecidas, aunque también la kilometrada afecta. Pero siempre queda algo más y al pasar Wamba la cuesta es demasiado empinada para subirla con el 36-13 fijo en el que se ha quedado la bici. Literalmente me tienen que empujar para subir. Muy gracioso todo desde fuera supongo. Una vez arriba todo es llano y cuesta abajo y consigo llegar a Valladolid tras casi 100Km con la cadena haciendo bastante ruido por el roce.
Globerada total. Con todas las letras. De todo se aprende. En Lanzarote no me pasa. Espero. Y con esto termino por hoy. Nos vemos por las carreteras!
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