Sábado 21 de Mayo, Playa Grande en Puerto del Carmen, Lanzarote, 6:55 am, hora canaria, solo 5 minutos para la salida del Ironman de Lanzarote 2016. Salimos del agua y nos colocamos en la playa detrás de la cinta de salida. Unos metros delante, casi al borde del agua, la línea con los triatletas de élite: Jan Frodeno, Ivan Raña, Timo Bracht, Jesse Thomas, Miquel Blanchart... Quizá esta edición número 25 sea una de las ediciones del Ironman de Lanzarote con mayor nivel de figuras a nivel internacional. El esfuerzo de los entrenamientos de todos estos meses centrado en este momento. "Cuando te des cuenta vas a estar bajo el arco de salida de Lanzarote". Y sí, el momento ha llegado. Pregunto la hora. 6:57 am, quedan solo 3 minutos. Empiezan los discursos. Me ajusto bien las gafas casi en el último momento para evitar que se empañen. 6:59 am, 30 segundos de silencio y 30 segundos de aplausos. Nervios, tensión, arena, aire, agua, sol, esfuerzo, constancia. Suena la bocina.
Los días previos. Martes. El viaje.

Los días previos. Martes. El viaje.
El vuelo Madrid Barajas - Lanzarote aterrizó el martes sobre las 23:30 hora canaria en el aeropuerto de Arrecife. El viaje desde Valladolid se alarga hasta casi las 6 horas y se hace largo. Mientas salen las bicicletas por la cinta transportadora me alegro de haber mandado la bicicleta a través de una empresa por barco y evitar sustos al abrir la caja facturada en el avión. Con las maletas en la mano nos dirigimos a por el coche de alquiler para llegar cuanto antes al apartamento en Puerto del Carmen y poder descansar. El miércoles va a ser un día largo y el sueño ya puede conmigo.
Miércoles. Esto es Lanzarote!
A primera hora del día siguiente reconocimiento del circuito de natación. No soy muy fan del neopreno y no consigo las buenas sensaciones de la piscina en los brazos cuando lo llevo puesto. Está bien como primera toma de contacto. Después de comer cogemos el coche y vamos al club La Santa a por los dorsales. Espectacular complejo deportivo el que tienen montado. Empiezo a darme cuenta de todo lo que rodea a un evento de este tipo. Recogemos los dorsales, mochila y demás accesorios y nos damos una vuelta por la feria del triatleta. La piscina climatizada de 50 metros al aire libre, otro nivel. Al volver a Puerto del Carmen un entrenamiento de carrera. Me alegra ver que las buenas sensaciones de los últimos días se han acentuado un poco más incluso. Pequeño rodaje de 4 kilómetros y series de 500 metros a muy buen ritmo. Me voy a la cama con mucha moral. Después de todo el invierno con muchos dolores y cansancio, llego al momento decisivo en el mejor estado posible. Mucho que agradecer sin duda a mi entrenador José Vicente Bermejo en este aspecto, programar la temporada para llegar a la cita clave con el punto de forma.




Jueves. Sobre cómo romper una rueda a 2 días de la prueba.
De nuevo una vuelta al circuito de natación a primera hora. Mejores sensaciones que el día anterior. Nada como entrenar con el neopreno para irse acostumbrando. Recogemos las bicicletas y salimos a dar una vuelta para comprobar que todo está correcto. Lo primero que notas al montar en bicicleta en Lanzarote es sin duda el fuerte viento. Los vientos laterales en muchas carreteras hacen que la salida tenga varios puntos peligrosos. Damos una pequeña vuelta, llegando hasta el Parque Nacional de Timanfaya, foto de rigor y vuelta. Todo va sobre ruedas. Hasta este momento. Al volver hacia el apartamento, en una zona de arcén con líneas pintadas, mientras el viento lateral sopla y los coches pasan a mi lado, aparece un agujero en el arcén que no consigo evitar. La alta velocidad hace que la rueda toque en el borde final del boquete, y consigo no caerme. Sin embargo, el golpe ha sido muy fuerte. Al frenar noto que algo en la rueda no está bien. Al llegar al apartamento mis temores se hacen realidad, he partido la rueda, una Zipp 404, que apenas llega a los 6 meses. El bajón es brutal.

Viernes. Llegan los refuerzos. Comida con la élite. Preparativos finales.
A primera hora recogemos en el aeropuerto a los refuerzos, Juan Bermejo y Elena, que vienen a animarnos y ayudar en todo lo posible. Además vienen con el regalo de la rueda delantera que necesito para poder competir el sábado. Del equipo también viene a animar Toni, Seler Univest invadiendo Lanzarote. Una vez en los apartamentos bajamos a nadar a la playa.


Por la tarde preparamos todo en las bolsas de transición y llevamos la bicicleta a la zona de boxes. El sistema de bolsas es nuevo para mi, aunque no hay duda de que es todo mucho más cómodo y ordenado. Una vez la bicicleta colocada, un paseo por la calle de boxes para ver un poco de "porno duro" en forma de bicicletas de contrarreloj tope de gama. Quedan pocas horas para la salida y ya empiezo a notar cómo los nervios empiezan a aparecer. Cena ligerita y a la cama pronto. No suelo dormir bien la noche antes a una prueba, y ésta no iba a ser una excepción.
Sábado. "You are an Ironman".
El
despertador suena a las 5:00 am hora canaria. Me levanto como un
resorte. Sé que hasta que no me ponga el neopreno no voy a estar
tranquilo. Aún quedan cosas por hacer. Me pongo el chip en el tobillo.
Desayuno rápido y preparo los geles, barritas, botes, gafas y demás
parafernalia que falta de meter en las bolsas de transición. Al bajar a
la zona de boxes compruebo lo que suponen casi 2000 triatletas en el
mismo sitio. Coloco todo en las bolsas y hinchamos las ruedas. Me pongo
el neopreno y bajamos a calentar a la playa. Un pequeño calentamiento. Si el agua del Atántico está fría esta mañana, yo ya no lo noto. Todo está a punto. Ha
llegado la hora. Para este momento he estado entrenando todo este
tiempo. Sólo queda disfrutar. (Continuará...)
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