Dos semanas después del Ironman de Lanzarote, y una vez de vuelta ya a la rutina habitual, solo queda sacar conclusiones de la experiencia vivida. En mi caso, y gracias a una buena preparación la sensación que me dejó la prueba es de haberme "quedado con ganas de más". No quiere decir esto que hubiera podido correr otra maratón al acabar, ni mucho menos, si no que las buenas sensaciones que tuve durante y al acabar la prueba me dejaron un gusanillo que hace casi inevitable que en un futuro vuelva a repetir en la distancia Ironman, y muy especialmente en Lanzarote.


Porque si el Ironman es una prueba que a ojos de todos genera muchísimo respeto, acompañar la palabra Ironman de la palabra Lanzarote, hace que tenga un significado especial. Porque Lanzarote es, sin duda, especial. Y esto es así en gran parte por su sector de bicicleta: viento, desnivel, calor, carreteras, paisajes espectaculares... Lo duro que se hace este sector hace que el Ironman de Lanzarote tome un cariz de odisea que lo hace distinto a los demás. El hecho de que sea considerado por muchos como el Ironman más duro del mundo lo dice todo. Bajarse a correr la maratón después de soportar el viento y dureza de las carreteras de la isla durante 180 kilómetros hace comprender por qué Lanzarote es especial.
Cuando decidí elegir Lanzarote para este primer Ironman, el principal motivo era evitar que si el primer Ironman acababa siendo el último, al menos haber acabado Lanzarote una vez en la vida. Así de simple. Con otras 2 alternativas de la misma marca en España, Barcelona y Mallorca, haber participado en la cita catalana hubiera sido lo "fácil" por recorrido y por evitar transporte de bicicleta cruzando mares u océanos. Y solo puedo decir que no me arrepiento en absoluto de mi decisión
Como ya conté en la crónica, mientras subía Mirador de Haría durante la prueba, pude leer una pintada en una pared que decía: "De pequeño superhéroe, de mayor Ironman". Esta frase significa mucho para mi, porque contiene mucho de esa magia que tiene esta prueba. Porque es una frase que habla de tus objetivos, de tus metas, de tus sueños. Porque si de pequeño la gente sueña con ser astronauta, futbolista, médico o superhéroe, una vez que crecemos el ritmo de vida, estudios, trabajo y obligaciones nos apartan en muchas ocasiones de esa parte de aventura y logros que parecen inalcanzables, para centrarnos en otros de obtención más inmediata. El Ironman tiene mucho de objetivo que parece inalcanzable al que hay que dedicar el suficiente tiempo para que se torne en una meta realista. Aunque pasen los años siempre hay motivos para seguir soñando. Porque los sueños no se cumplen, se entrenan.
La próxima semana volvemos a la carga con el campeonato de España de media distancia en Valencia. El tiempo no se detiene. Nos vemos por las carreteras!
Cuando decidí elegir Lanzarote para este primer Ironman, el principal motivo era evitar que si el primer Ironman acababa siendo el último, al menos haber acabado Lanzarote una vez en la vida. Así de simple. Con otras 2 alternativas de la misma marca en España, Barcelona y Mallorca, haber participado en la cita catalana hubiera sido lo "fácil" por recorrido y por evitar transporte de bicicleta cruzando mares u océanos. Y solo puedo decir que no me arrepiento en absoluto de mi decisión
Como ya conté en la crónica, mientras subía Mirador de Haría durante la prueba, pude leer una pintada en una pared que decía: "De pequeño superhéroe, de mayor Ironman". Esta frase significa mucho para mi, porque contiene mucho de esa magia que tiene esta prueba. Porque es una frase que habla de tus objetivos, de tus metas, de tus sueños. Porque si de pequeño la gente sueña con ser astronauta, futbolista, médico o superhéroe, una vez que crecemos el ritmo de vida, estudios, trabajo y obligaciones nos apartan en muchas ocasiones de esa parte de aventura y logros que parecen inalcanzables, para centrarnos en otros de obtención más inmediata. El Ironman tiene mucho de objetivo que parece inalcanzable al que hay que dedicar el suficiente tiempo para que se torne en una meta realista. Aunque pasen los años siempre hay motivos para seguir soñando. Porque los sueños no se cumplen, se entrenan.
La próxima semana volvemos a la carga con el campeonato de España de media distancia en Valencia. El tiempo no se detiene. Nos vemos por las carreteras!
Hola Carlos, me alegra que todo haya salido como esperabas, se nota que tienes experiencia en esto de conseguir tus metas. Sobre todo me ha encantado esta frase de tu entrada "los sueños no se cumplen, se entrenan". A por ellos. Un abrazo.
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