lunes, 15 de octubre de 2018

Triatlón MD Desafío Cies - De vuelta 3 años después!

Si hay un triatlón del que tenga especialmente un buen recuerdo es sin duda el Triatlón MD Desafío Cíes. Un ejemplo de organización, entorno y participación. Y la verdad, es que desde el mismo día que decidí federarme este año, siempre tuve en mente el fin de semana del 23 de septiembre en Vigo. No entraba dentro de las posibilidades debido a mis problemas de estómago con la asimilación de sales y geles, y la idea fue decayendo con el paso del verano. Sin embargo, a escasos 10 días para que se celebrara la prueba, empecé a poder tomar isotónico sin problemas. Aún de manera conservadora, llevando un bidón de agua y otro de sales, pero era un avance enorme.

Después de Fromista, y con 2 bodas de por medio, mi forma física, ya de por sí bastante limitada por la poca preparación de este año, no auguraba llegar en un gran momento. Pese a todo, confiaba en las sensaciones que he venido teniendo en bicicleta todo el año, y en las carreras a pie que he venido haciendo por el Canal del Duero, aunque no hayan tenido resultados en competición por factores alimenticios. Para acabar de asegurarme, y dado que tenía boda en Rascafría el fin de semana anterior a la competición, decidí subirme un par de puertos antes de la ceremonia, y así testar si todo estaba en regla para inscribirme en el medio ironman.

Fin de semana en Vigo
Una de los alicientes que se suman al triatlón, es pasar el fin de semana en Vigo, pudiendo visitar Las Islas  Cíes, parar en las termas en Orense y disfrutar de el ambiente nocturno de la ciudad. El viaje son 4 horas, que depende de como lo veas es poco o es mucho. Tras un sábado de descanso en las Islas Cíes, recojo el dorsal y preparo todo para el día siguiente. Por primera vez este verano parece que voy a poder tomar sales durante la prueba e incluso algún gel.



La salida de la prueba es a las 8:15 de la mañana, por lo que acabo despertándome a desayunar a las 5:00, y una hora antes de la salida estoy ya metiendo la bici en la zona de transición. La mañana es fresca, pero el día pinta bien. Aunque finalmente gran parte de la prueba se hizo bajo la niebla. La natación está señalizada con LEDs a lo largo de todo el circuito, lo que mejora mucho la visibilidad a la hora de nadar. Salidas en tandas, agrupando grupos de edad. Esto nunca me ha gustado y es un cambio a peor en mi opinión.

Natación

Dos vueltas para completar los 1900 metros en Playa de Vao. Aguas muy claras y calmadas. Pese a salir con otros 2 grupos de edad, la salida corriendo desde la playa acaba siendo un caos y el comienzo acaba siendo una lucha por evitar golpes. Intento ir a ritmo desde el principio, sin excesos. En cuanto haces un triatlón en la costa te das aún más cuenta de lo mal que se nada en comparación en el interior de la península. Voy intentando coger pies y ahorrar esfuerzos. Paso la primera boya y a partir de ahí se acaban los golpes. Al acabar la primera vuelta, me levanto y salgo corriendo como puedo para empezar la segunda. Típico mareo al pasar de horizontal a vertical.


La segunda vuelta se me hace algo más larga. Prácticamente no he nadado nada desde mitad de agosto, sumado a lo poco que he nadado este año, y los brazos me van fallando. Voy flotando como puedo hasta llegar al final de la natación. No he ido muy fuerte y me veo bien. No ha sido mi mejor natación, 35:58, pero el tiempo es decente viendo como he nadado este verano. Salgo corriendo y en la zona de transición adelanto a bastante gente. Me pongo el casco, cojo los geles y plátanos y salgo con la bicicleta.



Ciclismo

Cuatro vueltas para completar los 90 kilómetros por la carretera desde Playa de Vao hasta Nigrán. El recorrido es bastante llano y permite ir prácticamente todo el tiempo acoplado. Cojo rápido ritmo y empiezo a pasar triatletas. La gente nada muy bien, pero en bicicleta flojean un poco más. Sin pasarme de pulsaciones y con bastantes mejores sensaciones que en el medio ironman de Medina de Rioseco, voy buscando los 37 Km/h de media. Voy muy motivado por la cantidad de gente que adelanto. Es la segunda vez que hago este triatlón y ya conozco dónde hay que apretar y dónde levantar un poco el acelerador.



Las dos primeras vueltas acaban según lo previsto, 37 Km/h y muy constante. La niebla que apareció durante la primera vuelta parece no querer irse de momento. Tras un primer susto con los frenos durante la segunda vuelta, por la humedad, al llegar al punto de giro de final de vuelta, mis manos deslizan sobre el freno y las manetas se cierran del todo.

Me caigo totalmente parado. Pese a la nula velocidad el golpe es fuerte. Caigo sobre los conos del punto de giro y se parten dos de ellos. Me golpeo fuerte en la cadera y la rodilla, y los dedos me sangran por el roce contra el asfalto. Iba tan concentrado que no sé como ha podido pasar. Me duele todo, empiezo a levantarme y en lo único en lo que pienso es en la bici, no sé si estará bien para continuar. El apoyacodos derecho se ha partido. Doblo el carbono y parece estable de momento. El manillar tiene algun golpe más, pero parece que podré continuar. Pierdo un minuto y muchos de los que había pasado vuelven a estar delante de mi. Pero solo pienso en subirme de nuevo y volver a ir a tope.


Con un dolor fuerte en la rodilla empiezo de nuevo la escalada de puestos. Voy un poco contrariado con la caída, ha sido muy tonta. Vuelvo a pasar a todos. Ahora me cuesta mucho más mantener la posición. Voy muy tensionado por la caída y la rodilla me duele bastante. La cadera me molesta pero de momento es soportable. La tercera vuelta es algo más lenta por la caída, pero la media no ha bajado de 36 Km/h. Voy encendido y pese a las molestias, la cuarta vuelta vuelve a ser rápida. Acabo la bici a 36.8 Km/h en 2:23:29. A pesar de la caída, tiempo 27 del sector.


 Carrera

Tres vueltas de 7 Km a lo largo de la Playa de Vao y Samil, con algunos repechos. Me bajo de la bici y dejo todo en el box. Me calzo y salgo corriendo. La rodilla me sigue molestando y la cadera me duele un poco más con el paso del tiempo. Aún así me veo ligero y los primeros kilómetros sigo pasando gente. La niebla ya no parece que vaya a levantar y la temperatura es buena para correr. A partir del cuarto kilómetro empiezo a tener algún dolor abdominal y bajo algo el ritmo. Al seguir bebiendo agua se me va pasando y consigo volver a ir más rápido. Imagino que he bebido poco líquido para el gel que he tomado hoy, en la última vuelta de bici. A partir de aquí no me la puedo jugar a tomar más. Tiene que ser suficiente con lo que he tomado.

En la segunda vuelta recobro buenas sensaciones y la primera parte sigue la misma tónica. La cadera empieza a dolerme más, pero de momento no me impide continuar. El cansancio empieza a hacerse notar. Es el primer medio ironman en el que puedo correr, prácticamente desde hace 3 años y voy muy contento pese a la caída y a los dolores. Al acabar la segunda vuelta los dolores en la cadera por el golpe ya son más fuertes y la pierna izquierda se me empieza a agarrotar. Prácticamente voy arrastrándola, y en los repechos se me hace casi imposible correr. Sé que quedan menos de 7 kilómetros, y aunque este año no he corrido más de 10 seguidos, tiro de cabeza para no parar. Al llegar al punto de giro tengo la pierna totalmente contracturada y no me permite correr. Troto como puedo y me paro a estirar un par de veces. Veo como me adelantan bastantes triatletas a los que había pasado en la parte final de la bici y corriendo. No puedo hacer más. Acabar como pueda.




Los últimos dos kilómetros los sufro bastante en los repechos, casi andando. Pero al llegar al último kilómetro me doy cuenta de que ya casi lo tengo. Vuelvo a pasar cerca de Elena, que ha estado todo el fin de semana apoyándome. Estoy muy contento, incluso contando con la caída. Pienso que el tiempo va a ser malo debido a los últimos kilómetros. Al llegar a meta 4h46. Quizá podía haber bajado las 4h40 de hace tres años sin la caída, pero sinceramente ni siquiera esperaba bajar de 5 horas.


Un gran punto final a una temporada llena de malos momentos. Al final, después de tantos sinsabores, uno se olvida de por qué le gusta hacer triatlón. Esto me da fuerzas para seguir con la recuperación de la lesión, y me abre el horizonte a poder volver en buenas condiciones en un futuro. Una vez fría la pierna me duele muchísimo y tras pasar por los fisios de la carrera, acabo en la ambulancia donde me pinchan un relajante muscular. No sé ni como he podido acabar. Pero lo he conseguido. Ahora sí que sí cierro por esta temporada. 

El año que viene más!


miércoles, 10 de octubre de 2018

Temporada 2018: El curioso caso de Carlos Madejon (IV) - Triatlón de Fromista

Las puertas estaban cerradas. La bicicleta y todo lo demás dentro del coche. No me podía creer lo que acababa de pasar. Tan cerca y tan lejos. Las llaves del coche estaban en el asiento del copiloto y las puertas cerradas. Después del percance mecánico el día de Riaza, no pensé que iba a tener otra de estas tan pronto. Porque sí, un coche se puede cerrar con las llaves dentro.

Vacaciones y cambio de aires
Tras el medio de Medina de Rioseco, y una vez más con amargo final, me tomé unas merecidas vacaciones, dedicándome a otras actividades como canoas, fiestas del pueblo, vacaciones en playas cristalinas del mediterraneo... Un poco de todo. Ya con la mente algo más limpia de tanto malo momento vomitando en las competiciones, la posibilidad de hacer un triatlón más, en distancia olímpica, y a menos de una hora de casa, empezó a rondarme la cabeza. El segundo día de fiestas de Valladolid, y tras una tarde-noche en el desfile de peñas, no parecía ser el mejor día para ir a competir a Fromista, en Palencia. Participan en este triatlón muchos triatletas de renombre. Cosa que sorprende al ser tan cerca de casa y a la vez motiva. El horario de tarde acabó de convencerme.


Peripecias en Fromista
El viaje en coche desde la capital pucelana no llega a una hora. Al llegar al pueblo decido parar en la gasolinera a por agua. Cierro el coche, voy al baño y le doy las llaves a mi madre. Al volver, me encuentro el coche cerrado con las llaves dentro. ¿Cómo? Pues sí, parece que existe esa posibilidad. La lista de improperios no transcribibles el larga. ¿Otra vez sin competir después de preparar todo como me pasó en Riaza? Quedan 90 minutos para el cierre de la zona de transición. Mi primera intención es romper la ventana. Pero me tranquilizo y llamo al seguro. Malas noticias. No me aseguran que al formar la puerta se pueda llegar a coger las llaves. Doy por hecho que ya no compito. Acabo llamando a casa para que me traigan el segundo juego de llaves. Sé que va a ser imposible que lleguen a tiempo. Pero de alguna manera tendremos que volver. Sin embargo sé que existe una pequeña posibilidad de que lleguen justo a tiempo, y durante los siguientes 60 minutos, con malos humos y los nervios a tope, me dedico a darme paseos mirando el coche. Aprovecho para ir a por el dorsal, aunque lo veo imposible. Al menos me llevo el regalo...

A falta de 15 minutos para cerrar la zona de transición aparecen con la llave. Nunca he preparado todo lo necesario tan rápido. La cosa además se complica al haber dos zonas de transición. Me pongo el dos piezas, pongo los dorsales a bicicleta y casco, cojo las gafas, las playeras de correr y el porta-dorsal. Sé que se me olvidará algo. Las barritas de cereales lamentablemente se quedan en el coche. Fue todo demasiado rápido.

Salgo a toda velocidad hacia la T2 para dejar las playeras de correr. Mi número está casi al final y me la recorro entera. Una sudada de cuidado. Voy a llegar caliente, si es que llego. Vuelvo a coger la bicicleta y voy hacia la T1. Los nervios me consumen. Estoy a punto de explotar. Al llegar a la T1, me dicen que aún puedo entrar. Al menos no he olvidado el DNI. Una vez dentro preparo todo. Estoy que no me lo creo.

Natación
En Fromista se nada en el Canal de Castilla a favor de corriente. Eso hace que los 1500 metros se hagan bastante más rápido de lo normal. Para llevarnos al punto de salida nos montan en remolques. Curioso cuando menos. La tarde es muy calurosa. El verano parece que no quiere despedirse y Septiembre va a ser cálido. Una vez en la zona de salia, acabo de ponerme el neopreno y me meto al canal. El agua está fría y pese a que parecía que no había mucha corriente la realidad es que cuesta no avanzar antes de la salida.

El sector transcurre en los mismos términos que el resto de nataciones de la temporada. Pocos metros con los brazos bien, y el resto del tiempo nadar para sobrevivir. No disfruto nada del sector. Bastantes golpes y algún trago de agua. Intento tranquilizarme y al menos salir fresco del agua. EL tiempo sería imposible de no ser por la corriente a favor.

Cicilismo
40 kilómetros sin drafting entre los campos de Castilla. Mucho calor. Cojo la bicicleta y salgo tranquilo. Cadencia. Voy cogiendo ritmo. Empiezo a pasar triatletas y mantengo buena velocidad. Aquí la bicicleta es una hora y aunque no llevo las barritas no voy intranquilo con el tema del estómago. En los bidones solo llevo agua. Mejor acabar lento que no acabar, pienso.




Se empieza a formar una larga línea de bicicletas detrás de mi. Sigo pasando gente. Voy motivado y me veo con buenas piernas. Voy concentrado pensando solo en el sector de bicicleta por primera vez este año. Aunque hace un calor brutal no me veo con la necesidad de beber mucho agua. Me he hidratado bien durante la hora que he pasado al lado del coche pensando que no competía. Aún así bebo regularmente. Pese al parón por vacaciones, me veo bien y acabo el sector con buenas sensaciones, a más de 36 Km/h de media. Quizá pude haber dado algo más, pero sin tomar nada mejor ser conservador.

 Carrera
Y pese a estar en medio de llanuras castellanas, la carrera a pie consistía en 3 vueltas a un circuito con una larga subida y una larga bajada para hacer los 10 kilómetros. Muchísimo calor. Intento no forzar en las subidas y bajar alegre en la bajada, para poder hacer rápida la parte llana de cada vuelta. Se ve a los élite con caras de bastante sufrimiento. El calor está haciendo estragos.

Aunque no acabo de correr como me gustaría, no llevo dolores abdominales y mis pulsaciones dentro de lo que cabe me permiten correr. Nunca creí que estaría tan contento de correr poco y mal. Pero sí, estoy corriendo por primera vez este año en un triatlón. Y casi diría que desde 2015, por lo mal que llegué a estar de la lesión en 2016. Al acabar la primera vuelta le doy el pulsómetro a mi madre, nunca me ha parecido cómodo para correr. Pese al calor y a no haber tomado nada, consigo mantener el ritmo con respecto a la primera vuelta. La subida conservador y la bajada apretando un poco mas. Acabo la segunda y la última vuelta se hace aún más dura. Me sobran motivos para motivarme. Otros días lo tuve mas difícil.

Llego al último kilómetro sin haber tenido molestias abdominales y aunque no ha sido mi mejor día en cuanto a la lesión de isquios, con ciertas molestias, voy contento. Los últimos 500 metros me empieza cierta presión abdominal que me hace correr agachado. No es nada después del verano que llevo. Últimos metros y meta. Muy contento. Hace mucho tiempo que no sentía esto. Después de tantos sinsabores un poco de recompensa. Aún por solucionar mis problemas estomacales, al menos puedo acabar con una nota positiva.

Próxima entrada: Triatlón MD Desafío Cíes!

martes, 9 de octubre de 2018

Temporada 2018: El curioso caso de Carlos Madejon (III) - Triatlón MD de Medina de Rioseco

Tenía muy claro después de Pálmaces que no iba a competir en más triatlones esta temporada. Y pese a que estaba inscrito en uno más, no tenía intención ninguna de ir. Tras unos días de "descanso" en Ibiza, y con la cabeza más aireada, hice un par de intentos de transición para ver si al menos la presión abdominal y en el pecho que tuve en Pálmaces no se repetía. No saqué conclusiones claras.


Debe ser en parte exceso de gusto por el deporte y competir, y parte problema mental, que los recuerdos de los malos momentos se van suavizando y lo que un día era negro, días después vuelve a ser gris. Y tener delante la posibilidad de competir de nuevo en un medio Ironman, 2 años después, con la inscripción ya pagada. Sabía que no era buena idea, así que pensé en tomármelo como un entrenamiento. Sabiendo que acabaría retirándome en la carrera a pie. Y finalmente decidí presentarme el día de la competición.


Medio Ironman de Medida de Rioseco
Vueta a uno de los triatlones que mejor sabor de boca me han dejado. Cerca de casa y con un recorrido que me gusta bastante, tanto por una bici bastante rápida como la carrera en el entorno del Canal de Castilla. Pese a que inicialmente no parecía ser un día caluroso, la realidad iba a ser bien distinta. Malo para no tomar sales. Decidí competir solo a base de barritas de cereales y plátanaos, y una pastilla de sales que llevaba por si acaso. Normalmente hay una participación bastante alta de gente de mi equipo en esta prueba, y eso hace que la previa de la carrera sea más agradable. Una vez recogido el dorsal y montada toda la parafernalia, entro con la bici a la zona de transición. Dejo todo preparado y me enfundo el neopreno. Primera natación de la temporada con él. Al menos no nos hundiremos... No me gusta la poca movilidad de hombros y brazos que te deja el neopreno puesto, pero me motivo pensando en que será menos esfuerzo el sector de natación.

Natación por el canal de Castilla
Es la tercera vez que nado aquí, y ya tengo mis manías sobre donde colocarme para empezar. Evito bastantes golpes en la salida y intento ir a ritmo sin forzar. Todo ahorro será bienvenido después. Son 1900 metros de natación en dos vueltas. La primera vuelta es corta y hay golpes en las boyas. Espero que la segunda se pueda nadar sin complicaciones. Sin embargo una vez en la segunda, el canal se estrecha mucho, y continuamente me encuentro cerrado intentando pasar gente. Quizá debí salir más fuerte.


Al acabar la natación salgo como puedo por la escalera y empiezo a quitarme el neopreno. La transición es larga hasta la zona del box, y corro concentrado evitando pensar en el mareo post-natación habitual. Al llegar a la zona de transición, me acabo de quitar el neopreno y me como un plátano. Ni me apetece, pero es lo que hay. Cojo la bici y salgo del box con bastantes ganas.

Ciclismo en la meseta castellana




Tres vueltas a un recorrido prácticamente llano, con alguna cuestecilla, para completar los 90 kilómetros de bicicleta. Salgo manteniendo cadencia alta y sin forzar y recobrando respiración y pulsaciones. Por primera vez esta temporada bajo de 170 en competición y me encuentro con fuerza en las piernas. Cojo velocidad, intentando mantenerme en un ritmo constante para las 3 vueltas. Voy pasando bastante gente y me voy motivando. Tengo que controlarme para no pasarme de revoluciones en bastantes ocasiones. Llevo buena media y empiezo a ingerir las barritas de cereales. Se comen bastante mal, pero es lo que hay. No asimilo nada más. Al llegar al primer punto de giro, sigo con mucha fuerza y pasando gente. 

Con 200 personas en el medio ironman, el sector se puede hacer tranquilo, sin pensar en el drafting, hay espacio para todos y para pasar bien. El paisaje puramente castellano acompaña. Poco viento de momento. Acabo la primera vuelta a 36 Km/h de media. Dentro de lo esperado. Cojo agua en el avituallamiento. Y me como medio platano más. La segunda vuelta sigue parecida. Buen ritmo, sigo pasando gente. Me veo con fuerzas aún. Se empieza a levantar algo de brisa a la vuelta, pero mantengo la calma y acabo la segunda vuelta también a 36 Km/h de media. Me cuesta un mundo comerme las barritas, pero lo intento.

Al comenzar la tercera vuelta sigo con buenas sensaciones, pero llegados a este punto, tengo que jugármela y tomar la pastilla de sales que llevo guardada. Sé que si no lo hago, en breve bajaré bastante el ritmo. Siendo sinceros, esto es como poner una tirita en una herida de bala. Pero dados mis problemas estomacales lo he ido posponiendo. Nada más tomármela noto un volcán en el estómago. Sé que no me ha sentado bien. De momento no tengo molestias, pero no ha sido buena idea. Acabo la ida con algo menos de fuerza y la vuelta empiezo a notarme algo más flojo. Quizá también influya el aire que se empieza a levantar. Sigo sin forzar y acabo los 90 kilómetros a más de 35 Km/h de media. Dentro de lo esperado.




Sangre, sudor y lágrimas
Me bajo para otra larga transición, me calzo las zapatillas y salgo corriendo. Me noto las piernas muy pesadas, pero es lo que hay con el año que llevo. Pese a que las pulsaciones ahora sí son altísimas para el ritmo que consigo mantener, no tengo dolores abdominales, por lo que me impongo el objetivo de llegar al kilómetro 10. Son 4 vueltas, por lo que al menos tengo que acabar 2. Trote cochinero. La primera vuelta la acabo trotando y gracias. La segunda empiezo a andar a ratos. Llegados a la mitad del sector empiezo a tener dolores abdominales. Cada kilómetro que pasaba sin ellos era una sorpresa. A partir de aquí empieza un martirio. Empiezo a andar y a intentar seguir trotando. Acabo la tercera vuelta ya totalmente andando. Cada vez que intento trotar tengo ganas de vomitar. Pero llevo 15 kilómetros encima y no me voy a retirar ahora.

El agua de los avituallamientos sabe como si lo hubieran sacado del propio Canal. Creo que fue uno de los puntos determinantes en que acabara vomitando. Chema me consigue una botella de agua. Menos mal. Un pequeño respiro. Me acompaña andando un trozo de la carrera. Llegados a este punto, no sabría decir por qué, pero decido acabar. Cada kilómetro se hace eterno y es un dolor el mero hecho de andar. Hace bastante calor ya y cada vez estoy peor de molestias. La cabeza ya no sabe en qué mas pensar. Desde luego te viene de todo, menos estar concentrado en la prueba. Hace mucho que pienso en otra cosa. Al final llego a meta. En gran parte por los ánimos de los amigos y asistentes. Al acabar, vuelvo a las vomitonas. Otro día negro para esta temporada.

Después de competir en Medina de Rioseco, sin tener que haberlo hecho, tenía muy claro que primero debía solucionar el problema de estómago. El triatlón, sobre todo a partir de media distancia, es un deporte donde lo principal es la alimentación. Si no asimilas lo que ingieres, da igual si has entrenado mucho o poco. Así, mis opciones se reducen, por lo tanto, a triatlones en distancia Sprint, o si me apuras a algún olímpico...

Próxima entrada: Triatlón de Fromista!

lunes, 8 de octubre de 2018

Temporada 2018: El curioso caso de Carlos Madejon (II) - Triatlón de Pálmaces

Hacía menos de una semana que un percance mecánico con el coche me impidió llegar al Triatlón de Riaza en una de tantas de esas cosas que me pasan... Otra anécdota más... Viajaba por las peores carreteras que he visto  en mi vida hacia Pálmaces de Jadraque, en Guadalajara. Uno de los triatlones más antiguos de España, y en el que siempre compiten muchos de los mejores triatletas españoles.

Había llegado a un punto de intolerancia tal a las bebidas isotónicas y geles, que me hacían plantearme cada cinco minutos las razones por las que estaba conduciendo durante más de 3 horas para no poder competir en condiciones, sin tomar nada. Tras muchas pruebas y ver que no asimilaba nada, desesperado, decido probar con unos caramelos energéticos. Sin demasiadas esperanzas. Al llegar al pueblo, me sorprende lo bien conservado que está. Es el típico pueblo con encanto, perdido en la geografía española. 

Triatlón de Pálmaces
Con dos zonas de transición, la primera junto al pantano, y la segunda en la plaza del pueblo, este triatlón tiene un particular encanto, aunque la situación del pueblo en la Guadalajara profunda hace que dude sobre la idoneidad de viajar desde Valladolid para competir. Elena me acompaña como siempre, soportando mis nervios de día de competición, más aún sabiendo que no voy a poder ingerir las sales y energía suficiente para la prueba.

Recojo el dorsal y preparo todo lo necesario para los dos áreas de transición. Dejo las playeras en la plaza y bajo con la bici hacia el pantano. Coincido de nuevo en este triatlón con Chema Montesinos. Hace ya bastante que no le veo, debido sobre todo a mi ausencia de estos dos años por el parón. Muy grande como siempre!

El triatlón de Pálmaces se compite sobre "distancia Pálmaces": 1800 metros de natación, 60 kilómetros de ciclismo sin drafting y 12 kilómetros de carrera a pie. No son las distancias habituales, y pòr eso digo que se compite sobre "distancia Pálmaces". Último fin de semana de julio, y el triatlón comienza  a las 4 de la tarde. Un auténtico horno que aumenta la dureza de este triatlón. En la salida nombres tan ilustres como Gustavo Rodriguez o Alejandro Santamaría, por poner algún ejemplo.

Natación

A una sola vuelta, un recorrido en forma de triángulo. De nuevo el sector de natación sin neopreno. No creo que hubiera podido meterme ni una pierna con el calor que caía el día de la prueba. Una vez en competición, empiezo nadando mejor que en Villameca, aguanto bastante bien el primer tercio hasta la primera boya. A partir de ahí aguanto bastante decente hasta la segunda. Pero el último tramo con las gafas totalmente empañadas, no veo las boyas, y decido seguir a un grupo, que resulta ser un grupo equivocado y hago bastante más metros de los 1800 que debería tener la natación. No me preocupa en exceso, dado mi nivel actual de natación. No iba a ser un gran tiempo en ningún caso. Los últimos metros aprovecho para intentar bajar pulsaciones. Pero al igual que en Villameca, sigo con el pulso altísimo.

Ciclismo
A una sola vuelta de 60 kilómetros. Cojo la bici y salgo como puedo del box, bastante agobiado por el calor y las pulsaciones muy por encima de lo normal. La primera parte del sector, hasta llegar a la carretera principal es un continuo sube y baja con cuestas que se me atragantan bastante y en las que no quiero forzar las piernas, dado que a nivel alimentación voy a tener que aguantar con plátanos y los caramelos... Para cuando llego a la carretera principal me han pasado bastantes triatletas, aunque mi preocupación está totalmente centrada en mi estomago.

Una vez con buena carretera bajo las ruedas empiezo a subir mi ritmo. Hace mucho aire y la ida va a ser prácticamente toda a favor. Dosificando voy pasando gente en continuos toboganes y me veo fuerte durante los siguientes 15 kilómetros. El recorrido se va haciendo duro sobre todo por el calor. Sin embargo, antes de llegar la punto de giro ya voy flojeando. La falta de las sales minerales unidas al calor sofocante me está ya pasando factura. Me concentro y sigo a ritmo, pero mis piernas van perdiendo fuerza.

La vuelta en contra de viento, con un desarrollo más fácil de mover, intento llevar cadencia alta. Sigo ganando alguna posición, aunque se me hace larga esta segunda parte. Voy tomando los caramelos, pero creo que no me están sentando demasiado bien. Las pulsaciones siguen altísimas, pese a que en ningún momento he intentado ir fuerte, y deberían haber bajado hace tiempo. Al llegar a la parte final, mis piernas no tienen mucho más. La falta de sales minerales empieza a hacer estragos. Bebo todo lo que puedo, pero es agua lo que llevo en los bidones.

Carrera
Dos vueltas de 6 kilómetros bordeando el pantano. Me bajo a correr, con bastante flojera y las pulsaciones por las nubes. Aún así, estoy motivado. Al fin y al cabo correr es lo que me gusta. Desde los primeros metros empiezo a tener una presión insoportable en el abdomen. Y al terminar el primer kilómetro, se le añade una presión en el pecho que no me deja respirar. Comienzo a andar. Arranca, para, anda... Este cuento ya me lo sé. Pero por mucho que lo intento no puedo volver a correr de nuevo. Muchísimo calor. Me paro del todo para intentar coger aire pero es imposible. Empiezo a tener ganas de vomitar. Todo lo peor que podía pasar había pasado.

Acabo la vuelta andando, y aún así sufriendo. Mentalmente vuelvo destrozado. "Este es el último que hago", "así no se puede competir", "vaya desastre venir aquí para retirarte". Intento volver a arrancar en muchas más ocasiones pero es imposible. Cuando llego al kilómetro 6 decido retirarme. No tiene ningún sentido seguir andando para acabar. Cada vez estoy peor del estómago.



Mi primera retirarda
Y sí. Esta es mi primera retirada. Por muy mal de la lesión que he llegado a estar siempre había acabado todas las competiciones. Pero esto ya no tenía sentido. Una vez en la plaza del pueblo empiezo a tener ganas insoportables de vomitar. Lo acabo haciendo en varias ocasiones. Acabo deshidratado y sin poder ingerir nada. Acabo pasando por la ambulancia, pensando que me pondrían una bolsa de suero, pero me pinchan Primperan y me dice que tome Aquarius. Al primer trago vuelvo a vomitar.

La vuelta hasta Valladolid sigue la misma tónica. Paradas varias para seguir vomitando. Un auténtico desastre. Tenía pensado hacer algún triatlón más esta temporada. Pero esto ya ha sido suficiente. No tiene sentido competir en triatlones de estas duraciones sin poder alimentarte como es debido. Porque a la pájara que te enganchas cada vez que compites, hay que sumarle las vomitonas continuadas.

Se cierra el chiringuito por este año. O eso pensaba en ese momento...


Próxima entrada: Triatlón Media Distancia de Medina de Rioseco!

martes, 2 de octubre de 2018

Temporada 2018: Triatlón por equipos de las Moreras

Digo y seguiré diciendo, que Valladolid se merece un triatlón en distancia medio Ironman, como ya se hizo en el pasado, y como quizá se haga en el futuro. A falta de una carrera de mayor distancia, el primer fin de semana de Julio se celebra todos los años el triatlón por equipos en las Moreras. Se compite sobre distancia sprint en equipos de 4 a 6 triatletas, marcando el tiempo final de cada equipo el que entre en cuarta posición. Creo que es un tipo de competición muy espectacular, y que quizá con un poco más de promoción llenaría de gente animando las calles de Valladolid. 

Equipo B
Natación en el Pisuerga, bicicleta por el centro de la ciudad, y carrera en el entorno de las Moreras. Sin duda lo importante de esta carrera es hacer equipo y disfrutar del día. Este año, tras mi ausencia del año pasado, competía en el Equipo B de Olid Triathlon Team, junto con Rober, Olea, Oscar y Gustavo. Un equipazo!



Disfruté mucho la prueba junto a mis compañeros de equipo. Sabía que al ser una prueba en distancia Sprint, no necesitaría de geles ni bebida isotónica, y estaba tranquilo en cuanto a las molestias de estómago. Tras un pequeño calentamiento, aunque el Pisuerga estaba a buena temperatura, me quedo helado esperando que nos den la salida. La lista de equipos es larga, y las salidas se van dando cada minuto. Llegado el momento nos subimos al pantalán y nos dan la salida. La dificultad de los triatlones por equipos radica principalmente en los distintos niveles de los participantes en los distintos sectores. Y en como conseguir llegar todos a meta en el menor tiempo posible.

Tras una natación no demasiado rápida, cogemos las bicicletas y salimos hacia un recorrido de 3 vueltas por el centro de Valladolid. El circuito, en mi opinión, es muy espectacular y también bastante peligroso. Sobre todo por las continuas curvas de 90º, y los adelantamientos entre equipos. 

Es una mezcla de disfrute, por lo rápido que se va, y de miedo por lo rápido que se entra en las curvas. Nunca he sido un gran trazador de curvas, por lo que intento aportar más en las rectas y no perder terreno en los giros. 

Pasamos a bastantes equipos y hacemos las 3 vueltas sin tener sustos con las curvas. Lo que ya es mucho decir en este circuito.

























Llegamos a la segunda transición y salgo corriendo. Intento poner un ritmo constante desde el principio. Llevamos un buen ritmo durante las 3 vueltas que hacen los 5 kilómetros, por las Moreras. Alguna cuesta le da un poco más de dureza a un recorrido por el que es un gusto correr. Pronto pasamos a algún equipo más y nos acercamos a la meta.

Salimos los 5 y llegamos los 5 a meta. Un gran día, con un gran equipo. Los días en los que me preguntan por qué triatlón? Siempre se tiende a comentar otro tipo de pruebas, pero a mi me gusta el recuerdo que dejan este tipo de días, en los que compito en mi ciudad, con un público que te anima, y un equipo con el que te lo pasas en grande.


Próxima entrada: Triatlón de Pálmaces de Jadraque!

lunes, 1 de octubre de 2018

Temporada 2018: El curioso caso de Carlos Madejon (I) - Triatlón de Villameca

Principios de Junio de 2018. A poco más de 20 días para la primera prueba de la temporada y tras casi 2 años sin hacerlo, me meto a nadar en la piscina. Las primeras brazadas no son nada alentadoras y los primeros días no son mucho mejores. La natación es un deporte muy poco agradecido. Quizá no debí dejarlo del todo, pero la falta de motivación ante no poder competir hizo que dejara totalmente de lado esta disciplina. Nunca fui bueno nadando, en alguna ocasión mejor que en otra, pero siempre en un nivel muy mejorable.

Tras un par de semanas nadando llego a la conclusión de que no va a ser posible ponerme a un nivel decente este año, y decido dedicar el tiempo que esté en piscina básicamente a hacer técnica. Tengo que elegir algo, y creo que puede ser la solución menos mala.

Triatlón de Villameca
Triatlon Villameca 2018 Recorridos
Y llegó el día. Dos años después de la última competición, y sin tener todas las garantías aún sobre la lesión, ahí estaba preparado para meterme de nuevo en el agua. Pese a venir de hacer el Ironman de Lanzarote en 2016, tanto tiempo sin competir, y la escasa preparación, me tenía con los nervios a tope. En Villameca se compite sobre distancia olímpica, sin drafting, en horario de tarde. Mucho calor para competir. La natación sin neopreno. En el fondo casi mejor, pienso. Las boyas parecen estar mucho más lejos de lo que deben, pero ya no hay vuelta atrás.



Volviendo a las aguas abiertas
En la salida me veo fuerte nadando y me pongo a pies de gente de mucho más nivel. La realidad me baja al suelo rápidamente. Me ha durado la fuerza 25 metros. El agua no está demasiado frío, pero quizá la medición de la temperatura ha sido un poco alta. No recordaba lo que era recibir golpes, tragar agua, sentir agua fría, así que me acabo agobiando bastante. Intento tranquilizarme y nadar más tranquilo, pero mis brazos no dan para mucho más. Después de la primera vuelta y mentalmente muy agobiado hago lo que puedo para seguir nadando, mientras empiezo a notar molestias abdominales.

Salgo del agua en 32 minutos. Tiempo pésimo. Es lo que hay y otra cosa hubiera sido un milagro. En la transición cojo la bici y al salir del box me dan varias arcadas y estoy a punto de vomitar. No entiendo lo que me pasa, pues he comido con suficiente antelación. Quizá la pastilla de sales o isotónico que he tomado antes de la prueba. No le doy más vueltas, me monto en la bici y me pongo como puedo las zapatillas.

Circuito de Bici
Triatlon Villameca 2018 Sector Bicicleta
Empiezo la bici bastante conservador. Creo que a día de hoy es el sector donde mejor nivel puedo dar, dentro de lo que cabe. El calor empieza a apretar y la bici va más o menos según lo previsto. Son 3 vueltas. No conozco el circuito y al llegar al final de la primera vuelta la cuesta se me atraganta bastante. Aún así sigo sin forzar, con cadencia, y empiezo la segunda vuelta. Sigo notando presión abdominal, pero sigo sin preocuparme por ello. Al final de la segunda vuelta ingiero un gel. Sé que llevo una temporada con problemas con los geles, pero esto es una competición y si no quiero tener un bajón en la carrera a pie, necesito tomarlo.

La presión abdominal comienza a ser más fuerte y ahora sí me preocupa. Sigo a buen ritmo la tercera vuelta de la bici, bebiendo bastante agua porque el calor empieza a ser asfixiante. Noto mucho la falta de preparación porque no consigo bajar de pulsaciones desde que salí agua. Sé que algo no va bien, quizá sea por el calor, por los geles, o por todo un poco. Me bajo de la bici y la dejo en la zona de transición. Algo mas de 33 Km/h de media. No ha sido una gran bici. Sigo con las pulsaciones muy altas y los brazos flojos por la natación, y me cuesta meterme las playeras. Al final lo consigo y salgo corriendo.

Sector de Carrera
Triatlon Villameca 2018 Transicion T2
A los pocos metros, primer avituallamiento. Muchísimo calor. Cojo agua y voy bebiendo. Noto mis piernas cargadas por la bici, pero para no haber hecho ni una sola transición este año no las veo mal del todo. La presión abdominal empieza a ser insoportable. Antes de llegar al primer kilómetro me tengo que parar. No aguanto el dolor. Intento volver a arrancar varias veces, pero el dolor es insoportable en cuanto me muevo. Antes de llegar al segundo kilómetro, ya sé que no voy a poder correr en condiciones. Esto va a ser un pequeño infierno. Sin embargo no pienso en retirarme, la lesión no me duele de momento, y el viaje hasta Villameca no puede acabar en retirada.

Sigo arrancando y parando. A partir del kilómetro 3 empiezo a andar. Un despropósito. Andando la presión es soportable, pero aún no puedo correr. El circuito de carrera es un continuo sube y baja. ME hubiera gustado poder correr en condiciones. Hacia el final de la primera vuelta de 5 kilómetros el dolor parece que se reduce un poco y empiezo a poder correr. Al pasar por la zona de boxes no pienso en parar, ya que de momento es soportable. Le tiro la gorra a Elena. Hace tanto calor que todo me sobra. Pero al empezar la segunda vuelta compruebo que todo era un espejismo. Los últimos kilómetros los dolores se vuelven insoportables.

Carrera Triatlon Villameca 2018
Arranca, para, anda... Empieza a dejar de tener sentido seguir. Pero llegados a este punto tengo que acabar la vuelta para poder volver al coche. En la última parte recibo ánimos de mis compañeros de equipo y Alberto me acompaña a ritmo en la parte final, pese a que los dolores son ya insoportables.

Al final acabo cruzando la meta. Sufriendo lo que no pensaba que se podía sufrir en un triatlón en distancia olímpica. El tiempo es lo de menos cuando no he podido correr ni 2 kilómetros seguidos.


El comienzo de un calvario
Al acabar, con las malas sensaciones por la carrera, aunque con cierta alegría contenida, por no haber tenido dolores en la inserción del isquio, comienza la peor parte de la historia. Nauseas, vómitos y una vuelta a casa desde Villameca a Valladolid parando para vomitar una y otra vez. Un auténtico poema. No se lo deseo a nadie.

Lo que no sabía en este momento, es que los problemas gastrointestinales me iban a acompañar mucho más tiempo. De hecho a día de hoy, aún no tengo la solución. El problema que inicialmente parecía ser causado por los geles, acabó incluyendo también a bebidas isotónicas, pastillas de sales, barritas energéticas... Cualquier triatleta sabe de la importancia que tiene la alimentación en competición. Y del problema que supone no poder tomar nada de esto.

Pero eso será otra historia...


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