miércoles, 10 de octubre de 2018

Temporada 2018: El curioso caso de Carlos Madejon (IV) - Triatlón de Fromista

Las puertas estaban cerradas. La bicicleta y todo lo demás dentro del coche. No me podía creer lo que acababa de pasar. Tan cerca y tan lejos. Las llaves del coche estaban en el asiento del copiloto y las puertas cerradas. Después del percance mecánico el día de Riaza, no pensé que iba a tener otra de estas tan pronto. Porque sí, un coche se puede cerrar con las llaves dentro.

Vacaciones y cambio de aires
Tras el medio de Medina de Rioseco, y una vez más con amargo final, me tomé unas merecidas vacaciones, dedicándome a otras actividades como canoas, fiestas del pueblo, vacaciones en playas cristalinas del mediterraneo... Un poco de todo. Ya con la mente algo más limpia de tanto malo momento vomitando en las competiciones, la posibilidad de hacer un triatlón más, en distancia olímpica, y a menos de una hora de casa, empezó a rondarme la cabeza. El segundo día de fiestas de Valladolid, y tras una tarde-noche en el desfile de peñas, no parecía ser el mejor día para ir a competir a Fromista, en Palencia. Participan en este triatlón muchos triatletas de renombre. Cosa que sorprende al ser tan cerca de casa y a la vez motiva. El horario de tarde acabó de convencerme.


Peripecias en Fromista
El viaje en coche desde la capital pucelana no llega a una hora. Al llegar al pueblo decido parar en la gasolinera a por agua. Cierro el coche, voy al baño y le doy las llaves a mi madre. Al volver, me encuentro el coche cerrado con las llaves dentro. ¿Cómo? Pues sí, parece que existe esa posibilidad. La lista de improperios no transcribibles el larga. ¿Otra vez sin competir después de preparar todo como me pasó en Riaza? Quedan 90 minutos para el cierre de la zona de transición. Mi primera intención es romper la ventana. Pero me tranquilizo y llamo al seguro. Malas noticias. No me aseguran que al formar la puerta se pueda llegar a coger las llaves. Doy por hecho que ya no compito. Acabo llamando a casa para que me traigan el segundo juego de llaves. Sé que va a ser imposible que lleguen a tiempo. Pero de alguna manera tendremos que volver. Sin embargo sé que existe una pequeña posibilidad de que lleguen justo a tiempo, y durante los siguientes 60 minutos, con malos humos y los nervios a tope, me dedico a darme paseos mirando el coche. Aprovecho para ir a por el dorsal, aunque lo veo imposible. Al menos me llevo el regalo...

A falta de 15 minutos para cerrar la zona de transición aparecen con la llave. Nunca he preparado todo lo necesario tan rápido. La cosa además se complica al haber dos zonas de transición. Me pongo el dos piezas, pongo los dorsales a bicicleta y casco, cojo las gafas, las playeras de correr y el porta-dorsal. Sé que se me olvidará algo. Las barritas de cereales lamentablemente se quedan en el coche. Fue todo demasiado rápido.

Salgo a toda velocidad hacia la T2 para dejar las playeras de correr. Mi número está casi al final y me la recorro entera. Una sudada de cuidado. Voy a llegar caliente, si es que llego. Vuelvo a coger la bicicleta y voy hacia la T1. Los nervios me consumen. Estoy a punto de explotar. Al llegar a la T1, me dicen que aún puedo entrar. Al menos no he olvidado el DNI. Una vez dentro preparo todo. Estoy que no me lo creo.

Natación
En Fromista se nada en el Canal de Castilla a favor de corriente. Eso hace que los 1500 metros se hagan bastante más rápido de lo normal. Para llevarnos al punto de salida nos montan en remolques. Curioso cuando menos. La tarde es muy calurosa. El verano parece que no quiere despedirse y Septiembre va a ser cálido. Una vez en la zona de salia, acabo de ponerme el neopreno y me meto al canal. El agua está fría y pese a que parecía que no había mucha corriente la realidad es que cuesta no avanzar antes de la salida.

El sector transcurre en los mismos términos que el resto de nataciones de la temporada. Pocos metros con los brazos bien, y el resto del tiempo nadar para sobrevivir. No disfruto nada del sector. Bastantes golpes y algún trago de agua. Intento tranquilizarme y al menos salir fresco del agua. EL tiempo sería imposible de no ser por la corriente a favor.

Cicilismo
40 kilómetros sin drafting entre los campos de Castilla. Mucho calor. Cojo la bicicleta y salgo tranquilo. Cadencia. Voy cogiendo ritmo. Empiezo a pasar triatletas y mantengo buena velocidad. Aquí la bicicleta es una hora y aunque no llevo las barritas no voy intranquilo con el tema del estómago. En los bidones solo llevo agua. Mejor acabar lento que no acabar, pienso.




Se empieza a formar una larga línea de bicicletas detrás de mi. Sigo pasando gente. Voy motivado y me veo con buenas piernas. Voy concentrado pensando solo en el sector de bicicleta por primera vez este año. Aunque hace un calor brutal no me veo con la necesidad de beber mucho agua. Me he hidratado bien durante la hora que he pasado al lado del coche pensando que no competía. Aún así bebo regularmente. Pese al parón por vacaciones, me veo bien y acabo el sector con buenas sensaciones, a más de 36 Km/h de media. Quizá pude haber dado algo más, pero sin tomar nada mejor ser conservador.

 Carrera
Y pese a estar en medio de llanuras castellanas, la carrera a pie consistía en 3 vueltas a un circuito con una larga subida y una larga bajada para hacer los 10 kilómetros. Muchísimo calor. Intento no forzar en las subidas y bajar alegre en la bajada, para poder hacer rápida la parte llana de cada vuelta. Se ve a los élite con caras de bastante sufrimiento. El calor está haciendo estragos.

Aunque no acabo de correr como me gustaría, no llevo dolores abdominales y mis pulsaciones dentro de lo que cabe me permiten correr. Nunca creí que estaría tan contento de correr poco y mal. Pero sí, estoy corriendo por primera vez este año en un triatlón. Y casi diría que desde 2015, por lo mal que llegué a estar de la lesión en 2016. Al acabar la primera vuelta le doy el pulsómetro a mi madre, nunca me ha parecido cómodo para correr. Pese al calor y a no haber tomado nada, consigo mantener el ritmo con respecto a la primera vuelta. La subida conservador y la bajada apretando un poco mas. Acabo la segunda y la última vuelta se hace aún más dura. Me sobran motivos para motivarme. Otros días lo tuve mas difícil.

Llego al último kilómetro sin haber tenido molestias abdominales y aunque no ha sido mi mejor día en cuanto a la lesión de isquios, con ciertas molestias, voy contento. Los últimos 500 metros me empieza cierta presión abdominal que me hace correr agachado. No es nada después del verano que llevo. Últimos metros y meta. Muy contento. Hace mucho tiempo que no sentía esto. Después de tantos sinsabores un poco de recompensa. Aún por solucionar mis problemas estomacales, al menos puedo acabar con una nota positiva.

Próxima entrada: Triatlón MD Desafío Cíes!

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